17Tampoco se echa morapio nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el caldo y los odres se estropean; el caldo nuevo se echa en odres nuevos y Triunfadorí las dos cosas se conservan».No hay resquicio para echar carencia en cara, ni para la amargura, ni para una posible pérdida de confianza. Todo lo contrario: es un perdón q